Por: RAJMOHAN GANDHI
Conferencia John Howard Yoder | Universidad de Notre Dame, USA | 29 de Octubre 2004
Rajmohan Gandhi estaré el 20 de Junio de 2010 ofreciendo la conferencia «Construir Cooperación y Confianza» en la Universidad Nacional de Bogotá. El siguiente es un extracto de una conferencia ofrecida en Estados Unidos.
Extracto: Enfrentando el Odio y la Intolerancia
Permítanme que ahora les comparta una que otra visión sobre Gandhi sacadas más de mis investigaciones, que de mi memoria y que nos indican la manera cómo Gandhi enfrentaba el odio y la intolerancia. Esta posición sería aplicable hoy en día a lo que sucede en lugares como Irak, Palestina y Cachemira. Esto es lo que Gandhi dijo desde su estrado de oración en la Casa Birla, seis semanas antes de la independencia de la India:
“Ayer alguien me preguntó que se debe hacer con un perro rabioso. Si estaría bien matarlo o no. (Lo que había detrás de la pregunta como bien se puede suponer, era la idea en boga de que algunos musulmanes son como perros rabiosos y por lo tanto merecen ser eliminados)”. Y Gandhi explicó. Lo que en verdad quería preguntar el que hizo esa pregunta fue: ¿Que hay que hacer cuando un hombre se vuelve loco? Cuando yo tenía unos diez años uno de mis hermanos que ya no está entre nosotros se volvió loco, aunque pasado un tiempo se curó.
Cuando le daba uno de sus ataques de locura, salía a pegarle a todo el que encontrara y yo, ¿Que debía hacer en ese momento?, ¿Pegarle a mi vez? o ¿Deberían mi padre y mi madre pegarle? Se llamó al médico y se le pidió ensayar todo cuanto fuera posible para ayudarlo, menos pegarle. El era mi hermano de sangre; ahora yo ya no hago esas distinciones. Ahora todos ustedes (hindús y musulmanes) son mis hermanos de sangre. Entonces si todos ustedes perdieran su cordura y yo tuviera un ejército a mi disposición, ¿Creen ustedes que debería mandarlos matar a todos?”
Pero alguien que en 1947 pensara que tanto los hindús como los musulmanes eran sus hermanos de sangre, no iba a contar con las simpatías de todo el mundo. Y así fue como el 20 de Enero de 1948 Gandhi fue asesinado. De hecho el plan había sido matarlo diez días antes. Los siete hombres que conspiraron para matar a Gandhi llegaron a los prados de la Casa Birla para el encuentro de oración y hubo una explosión cuando uno de ellos tiró una granada. El plan era que en ese momento dispararían contra Gandhi, pero el arma falló y mientras fue capturado el hombre que tiró la granada los otros escaparon.
Gandhi que estaba hablando cuando ocurrió la explosión, continuó como si nada hubiese pasado y muchos lo alabaron por su aplomo; pero al día siguiente 21 de Enero esto fue lo que les dijo durante la oración:
“Déjenme tratar primero el incidente de la bomba de ayer. La gente me ha estado mandando telegramas de felicitación y enalteciéndome. De hecho no me merezco ninguna felicitación, porque no demostré ningún valor. Solo pensé que se trataba de alguna práctica del ejército en algún lado. Más tarde me enteré que se trataba de una bomba y que me hubiera matado si Dios no hubiera deseado que yo siguiera con vida”.
“No han de guardar ninguna clase de odio contra el responsable. El dió por sentado que yo era enemigo del hinduismo. ¿No dice acaso en el capítulo 4º del Gita que cada vez que los malvados se vuelven muy poderosos y hacen el mal contra la religión o contra el Dharma o sea el orden social, Dios manda a alguien a destruirlos? El hombre que hizo estallar la bomba obviamente piensa que él ha sido enviado por Dios para destruirme”.
“Pensemos: será que porque a uno no le guste un hombre, ¿Es por eso un malvado?, ¿Entonces si alguien me mata porque me ha tomado por un malvado, no tendrá de todos modos que rendirle cuentas a Dios? Cuando alguien dice que está cumpliendo con una petición de Dios, lo que está haciendo es convertir a Dios en cómplice de una acción malvada. Aquellos que estén detrás de él, o que lo estén usando de instrumento, deben saber que haciendo estas cosas no van a salvar el hinduismo”.
“Si es que el hinduismo ha de salvarse, será haciendo el trabajo que yo hago. Desde niño he estado sumergido en la religión. Mi niñera me enseñó a invocar a Rama (nombre común dado a Dios como muchos saben), cuantas veces tuviera miedo y después de haber pasado por todas las pruebas que me daban miedo, sigo siendo un hindú tan obstinado como lo fui por intuición cuando tenía cinco o seis años. ¿Será que lo que quieren es matar la religión hindú matando a un hindú devoto como yo?
Algunos Sikhs vinieron a preguntarme si yo pensaba que un sikh podría estar involucrado. Yo se que no fue un sikh, pero y ¿Qué más da si es un sikh o un hindú? Que Dios bendiga a aquél que posee buen juicio”.
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Créditos:Primera publicación en español
Iniciativas de Cambio 2010
Bogotá, Colombia
Traducido por Helena de von Arnim