Audaz, valiente, decidida y violenta. Nunca antes la gran pantalla vio a Rani Mukherji en una faceta parecida a la que desempeña en Mardaani, la más reciente película de Yash Raj Films, que en tres semanas de exhibición ha recaudado 349 millones de rupias – casi 6 millones de dólares – y que ha despertado reacciones encontradas en los cuerpos de policía y organizaciones de derechos humanos de India.
El tráfico y la explotación de menores, tema del argumento de la película, es un problema de talla mundial. Según cifras publicadas por UNICEF en el mundo hay 158 millones de niños que sufren esta condición, e India no es ajena a la problemática. En el filme Shivani Shivaji Roy, inspectora de policía de Mumbai que es representada por Mukherji, emprende una lucha frontal a sangre y fuego contra las mafias de explotación infantil luego de que una adolescente a la que ama como su propia hija, fuera secuestrada.
Y era de esperar que en un país en el que el cine es un fuerte referente cultural y nacionalista, diferentes sectores se manifestaran pronto al respecto. Días después de la premier de la película, el cuerpo de policía del estado de Bihar realizó en la ciudad de Patna un congreso sobre tráfico de personas y estrategias para combatirlo. El invitado principal del evento, el inspector Arvind Pandey, respondía preguntas de los oficiales de policía y resolvía dudas presentando ejemplos extraídos del largometraje dirigido por Pradeep Sarkar.
Al final, Pandey dio instrucciones a todos los jefes de distrito y comandantes de la Policía Militar de Bihar, de programar proyecciones de la película y realizar conversatorios en que se pudieran obtener conclusiones de ella para motivar la efectividad en la lucha contra el delito.
Pero de otro lado y refiriéndose a las declaraciones del Inspector, la semana pasada la Iniciativa de Derechos Humanos de la Mancomunidad – CHRI por sus siglas en inglés – redactó una carta abierta en la que advierte que Mardaani no debe ser exhibida ante los oficiales de policía, ya que el personaje desempeñado por Rani Mukherji promueve la violencia en nombre de la eficiencia.
La carta destaca que la protagonista “muestra aspectos que todo oficial de policía debería tener, como honestidad y pulcritud ante la corrupción” pero argumenta que “el personaje incurre en graves violaciones a la Constitución Nacional y prácticas criminales”. El comunicado concluye indicando que “los delincuentes deben ser llevados ante la justicia a través de procedimientos legales y actos de responsabilidad policial”.
A la polémica se sumó el actor Aamir Khan, quien a pesar de elogiar el desempeño actoral de Mukherji, afirmó a los medios de comunicación en India que los jóvenes no deben ver la película por la clase de lenguaje que en ella se usa y las explícitas escenas de violencia.