Muchas de las enfermedades “incurables” que condenan a los seres humanos a vivir dependiendo de medicamentos y con dietas muy específicas, se inician o “activan” por el llamado “efecto gatillo”.
Quienes padecen tales enfermedades como la diabetes, alteración de la tiroides (produce también obesidad), enfermedades del corazón, incluso hasta cáncer, pueden investigar su pasado para encontrar el punto de inicio o activación de tal enfermedad.
Con seguridad que en la mayoría; si no en todos los casos, encontramos un problema “grande” que nos ha preocupado como: divorcio, abandono, engaño, crisis económica, muerte de un familiar cercano, accidente, catástrofe natural, a algún caso que produjo gran sufrimiento y con ello alteración del ritmo de vida, del equilibrio natural, de comidas, sueño, descanso, etc. Con seguridad este acontecimiento fue “el gatillo” que disparó tal enfermedad y que desafortunadamente nos cambia por completo la vida, incluso al acabar el efecto o la causa misma.
Esperaríamos que al solucionarse el problema presentado (reconciliación, recuperación económica, resignación y olvido), igual nos recuperáramos de la enfermedad iniciada, pero no, desafortunadamente el daño causado a la estabilidad y armonía del organismo es irreparable, la alteración de las funciones del organismo son como una reacción en cadena que devolver es imposible.
¿Que hacer al respecto? – Lo ideal es evitar ese “disparo” y conservar nuestro ritmo de vida, y en principio este es el camino correcto a seguir, llevando una vida tranquila, equilibrada, controlando emociones. Es importante aprender que lo más valioso que tenemos es la vida, la salud y con ello la posibilidad de solucionar cualquier problema, cualquier situación por más difícil que nos parezca. Saber que la fuerza para luchar nos la da la salud y, la salud nos la da el bienestar, y el bienestar el equilibrio y la armonía en nuestro cuerpo y nuestro espíritu.
Para mantener esa armonía necesitamos alimentarnos bien, alimentar nuestro cuerpo y nuestro espíritu, no importa la creencia, religión, filosofía, que tengamos siempre tanto nuestro cuerpo como nuestro espíritu necesitan de esa alimentación, necesitan estar fuertes para superar cualquier situación o problema que enfrentamos a diario.
Si perdemos un ser querido debemos pensar que hay otros que nos necesitan y que es muy egoísta de nuestra parte no cuidarnos nosotros para brindarles a esos otros seres nuestra ayuda; si perdimos el único ser querido y pensamos que con esto se nos acabó la vida, pensemos que hubiese sucedido si la situación fuera al contrario y ese ser que queremos nos hubiera dejado, pensemos que hubiésemos querido que él hiciera, y con seguridad descubrimos que estamos haciendo lo que menos debemos.
Si la pérdida fue material, pensemos que justamente necesitamos muchas fuerzas para comenzar de nuevo y con seguridad se nos está brindando una oportunidad para reiniciar y demostrar toda nuestra capacidad de creación y el poder para conseguir lo que perdimos, o mucho más. Es posible que hayamos tenido un accidente y hasta hayamos perdido habilidad física, pero debemos pensar que necesitamos muchas fuerzas para poder sobresalir y continuar viviendo y con el negativismo y la pérdida de estabilidad y armonía perderemos mucho y traeremos mayores sufrimientos.
Nuestro estado de salud es importante no solo para nosotros, también lo es para los demás. Con nuestras limitaciones también limitamos y afectamos a quienes están más cerca de nosotros. Si en realidad queremos y valoramos a esos seres cercanos, debemos cuidarnos para que no seamos una carga para.
Es prácticamente imposible evitar las situaciones que producen el “efecto gatillo”, estamos a diario en riesgo que sucedan cosas que no podemos controlar, entonces la recomendación es estar preparados para contrarrestar los efectos que producen el sufrimiento prolongado. Y la única forma es el control de nuestras emociones, la tranquilidad y porque no la frialdad con que tomemos esas situaciones dolorosas.
Para lograrlo podemos consumir calmantes y demás substancias recomendadas tradicionalmente, sin embargo a pesar de ser accesibles no son muy amigables con la salud, debido a sus efectos secundarios, peligro de adición y acción muy breve.
Otra alternativa requiere un esfuerzo personal, de trabajo continuo, sin embargo no hay efectos secundarios, no tiene contraindicaciones y la ayuda que brinda a la salud y el bienestar van más allá de superar una tragedia, es un nuevo estilo de vida.
La recomendación ofrecida nos viene de la India, de las ciencias milenarias y hasta desconocidas como son Yoga y Ayurveda. La práctica del yoga a diario nos permite superar muchos problemas, pensar con claridad, con serenidad y nos da la seguridad de poder superar cualquier problema que se presente; con ayurveda tenemos un efecto directo en la salud, tenemos la posibilidad de usar terapias acompañados de productos 100% naturales que no sólo nos relajan –también nos curan.
Las personas que hacen yoga a diario son personas sanas, estables, exitosas, y que gozan de una excelente calidad de vida hasta sus últimos días; además enfrentan cualquier problema con calma, sabiduría y la suficiente inteligencia para no desfallecer en ningún momento.
Empieza a fortalecer tu cuerpo, tu salud y también tu mente y tu espíritu, empieza a prepararte para superar y enfrentar cualquier “problema” que se presente; empieza a invertir en un mejor estilo de vida y garantizar así una plena salud.