Avatara Hindú y Encarnación Cristiana: Una comparación. Parte 1

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Estudio comparativo de dos conceptos muy importantes, el de avat¯ara y el de encarnación, tal como se conciben en el hinduismo y en el cristianismo, en el que se presentan sus principales similitudes y diferencias. Las semejanzas con otras tradiciones ayudan a apreciar con mayor la amplitud el significado de creencias y prácticas propias; y las diferencias arrojan luz sobre lo característico de cada tradición. Finalmente, la correlación y distinción pueden servir de inspiración para preguntar cosas que se dan por supuestas; igualmente, pueden proporcionar el beneficio de una fecundación intercultural como resultado de un diálogo interreligioso.

Hindu Avat¯ara and Christian Incarnation: A Comparison, Vidyayoti 67 (2003)181-193 y 285-302

EL DESARROLLO DE LA DOCTRINA EN EL HINDUISMO

Derivado de ava, bajo y de tr, cruzar, un avat¯ara es generalmente un «descenso» de una divinidad, o parte de una divinidad, o de algún otro ser supra-humano en una forma manifiesta. Un ser humano extraordinario también puede ser llamado avat¯ara (pero secundario). La doctrina avat¯ara es típica del vaisnavismo. Normalmente se habla de avat¯aras de Visnu o de otro asociado a él, por ejemplo Krsna. Aunque encontremos avat¯aras en el saivismo y saktismo, no son universalmente aceptados en estas dos tradiciones. También se encuentran referencias a avat¯aras de otras divinidades, por ejemplo de Surya, así como de sabios, demonios y otros.

La primera formulación de la doctrina avat¯ara (aunque la palabra es más tardía) se encuentra en el Bhagavad-Gîtâ, que seguramente fue escrito durante el siglo II a.C. En los versículos tan frecuentemente citados del Bhagavad-Gîtâ (4. 5-9) se dice que aunque Krsna sea ingénito e inmutable, se convierte libremente en criatura en diferentes épocas, por su propia voluntad (es decir, a diferencia de aquellos que nacen como resultado de su karma). Y lo hace con el fin de proteger a los buenos, destruir a los perversos, restablecer la justicia (dharma) y liberar de la reencarnación a sus seguidores. Krsna viene también a enseñar los caminos de salvación, que es lo que principalmente hace en el Bhagavad-Gîtâ.

La forma del avat¯ara es real

Del texto del Bhagavad-Gîtâ podemos concluir, en primer lugar, que la forma del avat¯ara es real y no una mera apariencia. Aunque Krsna sea ingénito e inmutable, llega a ser (4.6,8), emana él mismo (4.7), tiene diferentes nacimientos (4.5) y vuelve a tomar o asume una forma humana o cuerpo (9.11). En otras palabras, aunque Krsna
sea eterno e inmutable en tanto que ser divino, produce su cuerpo avat¯ara en la forma de un ser humano. De ahí resulta natural concluir que la forma humana de Krsna es un cuerpo real y no un cuerpo ilusorio. En segundo lugar, tendríamos que deducir que el cuerpo de Krsna es imperfecto, ya que llega a ser recurriendo a una naturaleza material (4.6). Ésta está compuesta de tres gunas y por tanto su forma tiene que ser imperfecta, porque aunque las tres gunas se pueden considerar «perfectas» en la medida que siguen su propia naturaleza, son imperfectas en comparación con formas superiores de ser, así como la materia, por su naturaleza, es imperfecta comparada con el espíritu, el cual es más perfecto; o como las criaturas son imperfectas en contraste con Dios, que es lo más perfecto. Ya que el cuerpo de Krsna está hecho de naturaleza material imperfecta, podemos deducir que el Bhagavad-Gîtâ da a entender que tiene un cuerpo imperfecto. Su cuerpo humano queda limitado por su naturaleza material, que es llamada su naturaleza inferior (7.4-5). De esta manera Krsna es realmente divino y realmente humano y, por lo tanto, imperfecto como un humano. Más tarde los vaisnavitas desarrollaron la idea de una «materia pura» que constituiría el cuerpo o forma avat¯ara.

En el Bhagavad-Gîtâ, Krsna, a quien también se llama Visnu, es el que desciende como avat¯ara. Sin embargo, en algunos ulteriores desarrollos es a menudo considerado como uno de los muchos descendimientos de Visnu. Entre diferentes listas, hay una estándar de diez avat¯aras: el Pez, la Tortuga, el Cerdo, el Hombre-León, el
enano, Parasurâma, Râma, Krsna, el Buddha y Kalkin. Krsna y también a veces Rama y el Hombre-León son plenamente avat¯aras, en los cuales todos los poderes de Visnu están presentes, mientras que los otros son llamadosavat¯aras parciales.

El propósito general de un avat¯ara consiste en restablecer la justicia destruyendo a los malvados y protegiendo a los buenos. No obstante, hay también otros objetivos. Por ejemplo, uno puede venir para enseñar un aspecto particular del conocimiento, otro puede inducir al error a los malvados, otro puede anunciar la era dorada como si fuera un mesías, etc. Algunos de los que descienden ayudan a los devotos a practicar varias formas de devoción amorosa, incluso sometiéndose ellos mismos a los devotos. De todas maneras, no todo avat¯ara viene para garantizar la salvación última.

Clasificaciones y clases de avat¯aras

Entre los que descienden hay incluso aquellos que son partes del cuerpo de Visnu o de sus ornamentos. De hecho, para algunos, toda criatura es un avat¯ara. El Pâñcarâtra clasifica los avat¯ara de la manera siguiente: 1) Directos ava- t¯aras, los primeros, que proceden directamente de Dios; 2) Extasiados o poseídos avat¯aras, que
son criaturas animadas en las que Dios entra según su forma o poder); 3) Agrupados u ordenados avat¯aras, con funciones cósmicas, de supervisión o salvíficas, respectivamente; 4) Controlador interno avat¯ara, que es Dios inspirándonos desde nuestro interior; y 5) el culto avat¯ara a saber: un descenso de Visnu en una imagen consagrada dedicada al culto. Diversas escuelas aceptan básicamente estos diferentes tipos de avat¯aras con modificaciones menores.

El vaisnavismo bengalí y algunas otras escuelas sustituyen a Visnu por Krsna, que es la fuente de todo avat¯ara (avat¯arin). El vaisnavismo bengalí categoriza los avat¯aras de Krsna de la siguiente manera: (1) Purusavat¯ara, que es el primer avat¯ara y aparece como Sankarsana, Pradyumna y Aniruddha; (2) Gunavat¯aras, es decir, la triada de Brahmâ, Visnu y Siva que presiden a las gunas rajas, sattva y tamas respectivamente; (3) Lîlava-t¯aras, que son generalmente las mejor conocidas; y (4) Kalpa-Manvantara y Yuga-avat¯aras, que descienden durante los periodos cósmicos llamados Kalpas.

Entre los que descienden, los hay que toman la forma de animales, de cuerpo que es en parte animal y en parte humano y de seres humanos, tanto hombres como mujeres –por ejemplo la avat¯ara femenina Mohini–. De todas maneras, hay también avat¯aras que tienen forma de plantas, por ejemplo, el tortuoso árbol mango en el bosque de Dandaka, y de piedras, por ejemplo, la piedra sâlagrâma.

Relacionada con la creencia en avat¯aras está también la idea de vibhûtis, es decir, las manifestaciones de Dios en diferentes cualidades y aspectos de la vida humana. Generalmente estas cualidades o aspectos son los primeros o mejores de su clase, por ejemplo la vida en las criaturas, la fragancia en la tierra, el coraje en los humanos, la
luna entre las estrellas, el Himalaya entre las montañas, etc. Pero a veces Dios se manifiesta también en el deseo y en el juego de dados.

Varios fundadores y santos de las sectas Vaisnava se consideran también avat¯aras. Por ejemplo, Nimbârka es el descendiente de Sudarsana Cakra o disco de Krsna y Râdhâ. El Âlvâr Tiruppân es el avat¯ara de Srivatsa de Visnu (el rizo del pelo de su pecho), Ântâl es el descendiente de Laksmi (la mujer de Visnu o sakti), mientras que otros Âlvârs son avat¯aras de los servidores de Visnu en su cielo eterno Vaikuntha. Alakiya Manavâla es considerado como un avat¯ara de Râmâjuna.

En tiempos modernos, hay un número considerable de individuos que son considerados como avat¯aras por sus seguidores, por ejemplo, Ramakrishna y Aurobindo, entre muchos otros. Es interesante destacar que Mira Richard o la Madre de Pondicherry, que nació en París de padres egipcios, es considerada también como una avat¯ara. Meher Baba, de origen zoroastriano, se refería a sí misma como una descendiente y afirmaba haber sido Cristo. Satya Sai Baba afirma ser un avat¯ara de Jesucristo así como de Shirdi Sai Baba.

Seguidores hindúes europeos no-vaisnavitas han propuesto varias teorías en relación con los avat¯aras. 1) Visnuización: un ava-t¯ara particular era considerado originariamente no como una forma de Visnu, sino como «visnuizado» ulteriormente. Por ejemplo, en textos más antiguos el pez es mencionado sólo como pez sin conexión
con ninguna divinidad; con posterioridad es asociado con Prajâpati, y sólo más tarde considerado un avat¯ara de Visnu. 2) Apoteosis: el avat¯ara en cuestión era inicialmente un héroe que posteriormente fue divinizado. Por ejemplo, se afirma que Râma es descrito sólo como héroe en las partes antiguas (libros 2-6) de Râmâyana,
pero considerado como divino en las partes ulteriores (libros 1 y 7). (3) Personalidad compuesta: por ejemplo, se supone que Krsna, el niño Dios, el amante adolescente y el héroe adulto son tres Krsnas diferentes que ulteriormente se combinan en una personalidad compuesta.

Diría que incluso si estas teorías fuesen verdaderas, un vaisnavita podría afirmar que ha habido una evolución en la comprensión humana de la divinidad de los ava-t¯aras de Visnu, de la misma manera que la trinidad cristiana se conoció sólo en los tiempos del NT. El hecho de que la existencia de la Trinidad fuese comprendida sólo más tarde no significa que la Trinidad no existiera por toda la eternidad. De forma parecida, los discípulos de Jesús tomaron conciencia de la divinidad de Jesús sólo después de su resurrección (Lc 24; Jn 20,9).

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